Nota realiza por: Jhuliana Guachisaca, Nathaly Toledo y Javier Freire.
Las medidas de distanciamiento social adoptadas a raíz de la pandemia que generó la COVID-19 han llegado a distintos espacios, uno de los principales campos que ha sido afectado es la educación, el cierre de los establecimientos educativos es una de las principales razones del poco aprendizaje en todo este año de pandemia, a eso se le debe agregar la falta de equipos tecnológicos y de la conexión a la internet en cada espacio familiar.
En este sentido, la emergencia sanitaria dejó aproximadamente a 500 estudiantes sin clases presenciales en todos los niveles en la zona rural de Quingeo, esto generó la necesidad de pensar rápidamente en estrategias de enseñanza-aprendizaje en formato virtual la cual no ha tenido el éxito esperado. La implementación de formas de aprendizaje alternativas mediante el uso de la tecnología es imprescindible para paliar la situación actual, pero con todo este tiempo hemos notado que no ha sido del todo eficaz.
“Tengo que esperar que mi hermano culmine clases” es una de las muchas frases que ocupan los niños porque en su familia solo cuentan con un dispositivo y son varios los integrantes que reciben clases de manera simultánea.
Otro problema que surge del estudio virtual es la pérdida de comunicación que han tenido los alumnos con sus tutores. Mas de un 30% de estudiantes no tienen acceso a un dispositivo con internet para poder asistir a clases con sus docentes. Uno de los motivos por lo que muchos niños han tenido que dejar de estudiar, en la educación el contacto visual es trascendental al menos en lo que hace referencia entre los niños que están aprendiendo a leer por citar un ejemplo.
Gladis Chuva moradora del sitio Macas Alto perteneciente a Quingeo comenta, “tengo dos hijos; Johana Barsallo y José Barsallo ellos estudian en la escuela del nuevo Milenuin, al principio de la pandemia tuve muchos incovenientes por varias razones, una de ellas es, la falta de acceso a la internet puesto que en estos lugares no contamos con un provedor que nos ayude con la instalación del sevicio, y por ello mis hijos se atrasaron cerca de 2 meses en las clases virtuales”.
Gracias a la ayuda de un familiar se logró realizar el pedido de internet para el estudio de mis hijos, y con un dispositivo se alcanzan a conectar en diferentes horarios para poder ingresar a sus clases virtuales.
Además agrega, “Como madre de familia espero que pronto puedan volver a clases presenciales porque en la realidad Ellos no tienen la debida enseñanza y el aprendizaje necesario, porque virtualmente no comprenden lo que en las aulas les enseñan, en casa no cuentan con todos los materiales e instrumentos para formarse”.
Jairo Quituisaca estudiante del séptimo año de educación básica de la parroquia de Quingeo comenta con respecto a este tema. “No he tenido muchas dificultades el maestro explica una o dos veces, he logrado aprender y la relación con mis compañeros es activo así mismo con mi profesor por que hace que las clases sean dinámicas”.
Aporta que, en su grado son en total 30 alumnos y por ciertas situaciones de la internet 10 compañeros no pueden conectarse para las clases y una cantidad de 20 logran conectarse para clases diariamente, por esta razón algunos de mis compañeros no pueden realizar los deberes que nos envía el profesor.
Jairo supo que al presentarse esta pandemia tendría la necesidad de conectarse a un dispositivo móvil o de una computadora para ingresar a clases, en este sentido no tuvo inconvenientes porque sus hermanos mayores tenían estos dispositivos por lo que se le facilitó conectarse a las clases lo único que su mamá tuvo que solicitar el servicio de internet para poder tener acceso a las aulas virtuales.
Con respecto a sus hermanos menores nos aportó que también estudian, pero no presentaron ninguna dificultad para conectarse y recibir sus clases.
Algo muy importante que Jairo nos aporto fue que desearía volver a las clases presencias porque el aprendizaje sería mucho mejor ya que las clases virtuales no complementan el aprendizaje necesario.
Por otra parte, esta pandemia deja cosas positivas y dignas de aprender es el caso de “Juanito” un niño de 9 años perteneciente al cantón Paute, se hizo viral en las redes sociales por el audio que envió a su maestra con una frase que dice “En cuanto acabe de parir mi cuchi le mando el deber”.
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La manera que expresó causó ternura a todos los que lo escucharon, un mensaje positivo que deja el niño a pesar de las dificultades demuestra interés por el estudio, la valentía de asumir una responsabilidad solo, aunque no esté su mamá en casa, un gran mensaje y una gran lección humana.
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