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Apoyo espiritual: sacerdotes y pastores durante la pandemia.

Foto del escritor: RESALTADOR DIGITALRESALTADOR DIGITAL

Richard Vásconez, Alonso Pino, Stefanya Sacoto, MarcoCastro, Fabian Chillogalli.


LOS OTROS HÉROES

La pandemia que ha detenido la vida normal en la Tierra ha provocado mucho dolor y muerte. Ante este fenómeno, uno de los aspectos importantes relacionado con los seres humanos que han sufrido la enfermedad es la asistencia espiritual ofrecida por sacerdotes y pastores. En el mundo entero estos seres excepcionales también han sucumbido a la pandemia. Es alta la cantidad de sacerdotes y pastores que han entregado su vida en las labores de asistencia tanto en las casas de salud, como en los hogares y aún en las calles y los campos.


Ante este fenómeno peligroso las iglesias y congregaciones religiosas de Cuenca se vieron obligadas a cambiar sus prácticas para satisfacer las necesidades espirituales de los feligreses.Es así, que las asambleas y celebraciones religiosas se han trasladado a Internet, a redes como Facebook y YouTube. También,han establecido líneas telefónicas para que sus miembros llamen, participen y escuchen las misas y oraciones por medio de WhatsApp y Zoom con el único fin de difundir esperanza en un momento en que se necesita fortalecer las almas.


Fuimos a buscar a algunos de esos “obreros de la Viña del Señor” y con mucha dificultad pudimos tener acceso a ellos; los motivos más importantes son: la gran cantidad de trabajo que tienen durante el día y la noche y por otro lado prefieren mantener un poco en reserva sus labores.


La iglesia de San Blas se levanta imponente frente al parque del mismo nombre, pero durante este tiempo su majestuosidad se bate en la soledad contra un cielo limpio y tranquilo, de azul profundo y blancas nubes como esperando con mucha paciencia las celebraciones y la presencia de los piadosos feligreses que buscan consuelo para sus penas y cumplimiento a sus plegarias.


El Párroco, Padre Francisco Calle recibió nuestro llamado con mucha amabilidad y gracias a la tecnología pudimos tener un dialogo durante el cual nos dio a conocer parte del trabajo que les ha tocado realizar durante este tiempo que ha durado la cuarentena.


En primer lugar, la misma Iglesia Católica les ha ordenado tomar todas las precauciones y cumplir los protocolos acordados por las autoridades competentes para evitar contagiarse ya que algunos de ellos, por su edad o por otras circunstancias, sufren enfermedades que pudieran tornarse en cuadros peligrosos para su salud. A la vez, lamenta mucho la pérdida de las vidas de muchos sacerdotes en el mundo, especialmente durante los primeros meses de este mortal brote vírico. https://www.vaticannews.va/es/iglesia/news/2020-04/homenaje-sacerdotes-llevados-por-coronavirus-muerte-iglesia.html


Para poder facilitar la asistencia espiritual a todos quienes la necesitan, han habilitado páginas en Facebook y YouTube para poder dar acceso a misas, celebraciones, prédicas y foros que otorguen el aliento espiritual a las almas necesitadas.


Ante la lógica pregunta sobre si sentían miedo su respuesta fue: que el miedo es mucho, pero es mayor su fe en Dios, lo que les asegura que nada pasará, que están protegidos; y algo curiosamente importante que nos permite entender la profundidad de la vocación sacerdotal, son sus siguientes palabras: “Si ponemos en una Balanza el miedo y el servicio a las personas que nos necesitan, la única opción a elegir es SERVIR”


Al preguntársele si han recibido alguna ayuda de organismos públicos o privados su contundente respuesta fue:” No, nada”


Francisco Jara: Obispo Auxiliar de la Diócesis Ecuador- Iglesia Nacional de Brasil


Con la eterna alegría que le caracteriza respondió a nuestro llamado, aunque con la voz un poco cansada por tanto trabajo realizado, nos manifestó que para ellos no existe restricción y que están dispuestos a dar la vida si fuese necesario para llevar la Palabra del Evangelio y el consuelo espiritual a todos los hermanos que lo necesiten, eso sí, tomando todas las precauciones necesarias y obligatorias.


Al preguntársele si las confesiones se pueden hacer por Zoom o WhatsApp dijo: “No, no está permitido a nivel de Roma”. Para poder realizar esto, ellos dan un apoyo espiritual a través de la tecnología y piden a los feligreses, en privado hacer una confesión directa con el Supremo Creador, dando así ejecución a la verdadera espiritualidad que es ese contacto íntimo con Dios.


El Padre Francisco asiste personalmente a dar la bendición y los Santos Óleos a enfermos en hospitales y centros de salud, no importando si su enfermedad es provocada por CORONA VIRUS, ya que, como todos los sacerdotes manifiesta que: “Mi fuerza y mi fe están puestas directamente en Dios”. También celebra Misas de Funerales ya sea en las casas, o en los cementerios, a veces con la asistencia de 4 o 5 familiares que despiden a sus seres amados.


Resaltamos su valentía y coraje de salir a atender enfermos a pesar de padecer algunas enfermedades crónicas.


Él, como todos los sacerdotes, lamenta la pérdida de sus hermanos de la fe en el mundo y especialmente, el cercano fallecimiento de su hermano, también sacerdote, perteneciente a la Diócesis de Guayaquil, muerto en acción.



Por su parte el Padre Paúl Jara tiene un carisma muy especial, y es que su forma de expresar la Palabra de Dios es contundente y llega a toda su feligresía. Su juventud le permite ejercer el Sacerdocio prácticamente durante las 24 horas del día. Aunque debe cuidarse mucho debido a una prolongada enfermedad que debilita su sistema inmunitario, se las ingenia para transmitir espiritualidad y consuelo a mucha gente que lo necesita y se arriesga asistiendo personalmente a enfermos que lo requieren.


Su radio online, “Presencia Radio”, transmite diariamente la ayuda espiritual y psicológica que le permite estar presente entre sus seguidores, quienes ven en él, un ejemplo a seguir. La mayor parte de su asistencia la realiza por Zoom o WhatsApp.


Ante la pregunta sobre si tienen miedo, responde: “Si, existe mucho miedo, pero es superable porque hay cosas mucho más difíciles que debemos enfrentar”.


“Muchos se alegraron al ver las iglesias cerradas a la feligresía con motivo de la pandemia, pero no tomaron en cuenta los designios de Dios porque se han abierto iglesias en cada hogar y familia” -manifestó con mucha alegría y fuerza de espíritu – “esa es nuestra mayor alegría y nos da fuerzas para seguir”. “Tenemos que dar consuelo y fuerza espiritual a mucha gente, pero también pedimos que alguien nos dé consuelo y fuerza a nosotros”.
Quizás todos debemos orar por estos “OTROS HÉROES”.
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